Un cuento de nunca acabar

Continua la historia del cuento 

El uso de los cuentos como estrategias didácticas que fortalece la habilidad lectora y la comprensión de textos cortos. Es uno de los recursos más utilizados en la enseñanza porque garantiza la atención visual, auditiva y imaginativa. 

Los cuentos son considerados como una de las mejores herramientas que el educador debe conocer adecuadamente para darle un uso correcto dentro de las aulas y pueda sacar mayor provecho. 

Es una narración breve de hechos imaginarios, protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un argumento sencillo en el que da un mensaje central. 

Existen dos tipos de cuentos, el cuento popular y el cuento literario. 

El cuanto popular es una narración oral trasmitido por tradición en la que van añadiendo o cambiando detalles aunque conserva la estructura. Estos se caracterizan por ser cuentos de hadas, animales y de conservación de las costumbres. 

El cuento literario es el que se trasmite por medio de la escritura, el autor es reconocido y se conserva en una sola versión sin modificación de variantes. 

Las características propias de un cuento es que son narraciones de hechos reales o imaginarios de los hechos que le suceden a los personajes. En algunos casos se basa en hechos reales que se van entrelazando. 

Debe conservar un formato donde lleva una introducción, nudo y desenlace, todos los elementos que se mencionan en el cuento están relacionados, siempre hay un personaje principal aunque aparezcan más personajes no se centra la historia en ellos, sino que todos los acontecimientos se le adjudican al protagonista. 

La forma del texto esta organizada para ser leído de corrido de principio a fin, porque al cortar la lectura se debilita el efecto narrativo y el impacto del mensaje, esta escrito en prosa y de forma breve ahí radica la importancia del cuento. 

Uno de los aportes en la educación es que estimula la imaginación y fantasías en las que experimentan al escuchar  o despertar el interés por leer personalmente, descubrir las propias historias y que ayuda en el habito de la lectura por gusto. 

Es de gran ayuda en la estimulasión del lenguaje en la incipiente educación, interpretando las imágenes antes de leer, haciendo hipótesis de lo que puede suceder, ayuda a la comprensión de los textos. 

Los alumnos identifican con mayor facilidad los problemas que se presentan en el cuento y se interesa por buscar posibles soluciones. también favorece el concepto de espacio temporal respondiendo a las preguntas ¿Cuándo sucede? ¿Dónde sucede? ¿Qué sucede? ubicando adecuadamente lo que sucede después y lo que sucede antes. 

Es uno de los medios que despierta la imaginación y los sentidos, el desarrollo de la mente necesita de la palabra para poder captar y entender la vida y lo que sucede a su alrededor, con la imaginación se puede ver mas allá de nosotros mismos. 

El lenguaje se enriquece, la imaginación se desarrolla y se aporta una identidad personal que se a reafirmando al identificarse con los personajes. La lectura incrementa la inteligencia y hace que el cerebro trabaje más rápido retardando la demencia senil. 

Los niños aprenden jugando, los cuentos nos gustan a grandes y a chicos, así que no hay edad para el uso de los cuentos, esto contribuye a la creatividad y a la ampliación mental, comprender con más facilidad los textos y las ideas centrales, teniendo una mayor capacidad de reflexionar. 

Las diferentes ilustraciones son de gran ayuda para lograr mayor comprensión, el texto junto con la imagen se complementan entre sí, hace que se tenga un mayor disfrute en la lectura. Incluso existen cuentos en los que no hay textos en los libros, solamente se presenta la imagen y esta se explica por sí misma. 

Los acuerdos a los que han llegado los pedagogos, psicólogos, ilustradores y escritores, es en la presentación que debe tener la literatura en la clasificación del género narrativo del cuento, sobre todo si los educandos son niños. 

El formato debe coincidir al nivel de escolaridad desde el tipo y tamaño de letra, encuadernación, ilustraciones, colores usados donde todo contribuye en la mejor comprensión del texto. 

En las diferentes modalidades que se pueden emplear como estrategias para crear sus propios cuentos y practicar la redacción y la ortografía es de gran ayuda recurrir a este tipo de herramientas. 

Los alumnos pueden tomar la iniciativa para crear sus propios cuentos de forma libre o ya sea que el educador proponga un tema específico en el que gire la trama del cuento, adecuando a la edad de los estudiantes. 

También se pueden hacer intercambios de cuentos y modificar el final de la historia, incluso intercambiar los personajes para que se haga más divertida la lectura y se haga un esfuerzo mayor en la adaptación y creatividad imaginativa. 

Al concluir la redacción de textos se puede agregar un espacio para que se añadan ilustraciones con referencia a las narraciones, ya sea que se haga con recortes o que los mismos niños creen sus propios diseños. 

Se sugiere que se arme un almanaque de grupo en el que sirva de colección de los cuentos que se propiciaron en el aula y que sirve de producto final. 

Otra de las sugerencias para la creación de textos es que se anexen adjetivos calificativos a los personajes para ampliar la descripción en las narraciones. También se pueden rescatar los verbos utilizados para que se complemente el análisis y estudio de los textos. 

Una estrategia más es hacer cuentos mostrando imágenes de forma continua o invariablemente, basándose en un tema o intercambiando cuadernos en los que ayuden a modificar la secuencia de un cuento, rolando los cuadernos o haciendo hipótesis del final. 

Finalmente se pueden hacer escenificasiones de los cuantos que más les agradan a los estudiantes para socializar un valor o la actitud de un personaje. Las obras teatrales son de gran ayuda para reafirmar el mensaje central de los textos que se analizan.