Ser
maestro es tener vocación de servicio, el ser el ejemplo de los alumnos y juega
un papel importante ante la sociedad, pero en si es ser el facilitador del
aprendizaje, el ser el guía del alumno.
Aparte
de la vocación se requiere esfuerzo, dedicación y sacrificio, el que a veces el
que tiene que trabajar en comunidades lejanas con muchas carencias, pero puede
más el amor hacia esta profesión que es noble.
El
papel del maestro va más allá porque no es nada más ser el que imparta clases
solamente; sino hay que ser consejero, psicólogo, médico hasta ser de segundos
padres para nuestros alumnos.
Ahora
nuestra labor es ardua porque preparamos nuestras clases diariamente, las
impartimos, evaluamos constantemente los aprendizajes de nuestros alumnos,
hacemos reportes, organizamos festivales, eventos deportivos y culturales,
somos promotores de la lectura, de la salud, de los valores; etc.
Aunado
a esto que también se le desarrolla habilidades; pero lo más importante es que
se le dé al alumno las herramientas necesarias para la vida y dentro de nuestra
enseñanza es crearles un aprendizaje significativo.
Un
maestro o maestra debe ser consciente del papel que cumple en la sociedad.
Por
lo que puedo citar que un maestro transforma vidas y estas vidas transforman
naciones.
La
única recompensa que tiene el maestro es el cariño y la gratitud de sus alumnos
cuando ya convertidos en profesionales dicen: “Ese fue mi maestro (a)” y eso sí
que vale la pena.
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